viernes, 1 de enero de 2016

Senderos de amor compartido (+Vídeo)

Por Maryla García y Leandro Rosal

Estelí, Nicaragua.- Los cálidos y prolongados abrazos dieron testimonio de los lazos de amor indestructible forjados durante años en los que dejaron de ser alumnos y profesores,  para  convertirse en una gran familia cubano-nicaragüense.

El primer encuentro -en esta ciudad- entre el grupo de educadores cubanos y sus antiguos pupilos, se produjo en la sede de la Universidad Nacional Autónoma de Managua-Facultad Regional Multidisciplinaria Estelí (UNAM/FAREM).


A las muestras de cariño, se sucedieron las preguntas sobre lo vivido hasta el momento durante periplo que comenzara el 28 de noviembre, con la llegada a tierra nica del contingente antillano, conformado por una docena de profesores y otros trabajadores de las escuelas de becarios en la Isla de la Juventud.

Tas el fraterno intercambio, se produjo la bienvenida oficial, durante la cual los representantes de la FAREM y el Comité de Solidaridad con Cuba en Estelí destacaron el fortalecimiento de los vínculos de hermandad entre ambas naciones; así como el compromiso de sus respectivos gobiernos con la integración latinoamericana, la justicia social y el desarrollo sostenible.

Los visitantes: santiagueros, artemiseños, capitalinos, pineros, recibieron diplomas de reconocimiento Y expresaron su satisfacción al ver germinar los frutos de su labor en médicos, abogados, maestros…, que hoy son protagonistas de un nuevo amanecer en la tierra de Sandino.

ANÉCDOTAS, EMOCIONES, NOSTALGIA

 Desde el inicio de esta travesía, el profe Javier Rodríguez – quien prefiere ser llamado “Machuca”, como le apodó uno de sus hijos nicas – va de emoción en emoción, y de sorpresa en sorpresa.

Para este santiaguero de pura cepa, fueron de especial significado las visitas a las casas de Sandino, Rubén Darío y el comandante Carlos Fonseca, donde se sintió más cercano al latir de la nación pinolera.

“También fue impresionante la escalada al volcán Masaya, navegar por el lago Managua y ver de cerca la erupción del Momotombo”.

Pero sin dudas los momentos más emocionantes fueron el encuentro con el alumno que le bautizó como Machuca y con la otra hija que ganó hace años en Cuba y sus nietos nicaragüenses.

Hasta el 5 enero se extenderá este viaje, que transita por los senderos del amor y la solidaridad, auspiciado por la Asociación Amigos de Cuba, integrada por los antiguos becarios  de escuelas ubicadas en la Isla de la Juventud.

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