Fidel, es tu cumpleaños 91, y por primera vez no estás. Este
agosto son millones de pensamientos que dirigidos hacia ti volarán raudos
cuales palomas blancas, como aquellas que revolotearon durante el discurso
pronunciado el 8 de enero de 1959 en La Habana.
Una se te posó en el hombro derecho. Era la emisaria del
mensaje que miles de personas tejieron: "Es el hombre especial que
conducirá a Cuba hacia la paz verdadera".
Comandante, la gente, tu gente, te imagina muy cerca, y
aunque sabe de tu ausencia física, se siente segura y firme. Anda convencida de
cada uno de los pasos que da por el camino que dejaste libre de malas hierbas y
cobijado con un gigante caguairán, que creció y extendió sus raíces por toda la
Isla y otras tierras del mundo, necesitadas de su abono para convertirse en
fértiles.
Hoy, los infantes, adolescentes y jóvenes estudian y
escriben acerca de ti, pintan, recitan, improvisan, y para imitarte, muchos se
visten de verde olivo en diferentes tareas vinculadas con tu obra. Adultos y
chicos dibujan tu imagen y hasta diseñan una flor o te depositan una de su
jardín como suelen hacer en cualquier lugar y día de la semana.
No te fuiste, saliste a visitar a los grandes, a esos que
lucharon como tú e hicieron cuanto pudieron por la libertad de los oprimidos y
los desposeídos; te reuniste con Martí, Maceo, Máximo Gómez, el Che, Camilo...
En este agosto te recordaremos igual que cada año, incluso,
más, como el gran Líder que sembró escuelas y recogió hombres y mujeres de
bien, decididos a mantener y fortalecer a la Revolución Cubana. Seres humanos
que continuarán cabalgando por la ruta señalada por el eterno Comandante, que
nos enseñó a ser solidarios y verdaderos revolucionarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario