Fieles seguidores del Apóstol, los delegados cubanos a los foros paralelos de la VIII Cumbre de las Américas, en representación de las organizaciones de la sociedad civil y del pueblo de Cuba, acudimos a esta Plaza a rendir tributo a los Próceres y Precursores de la Patria, en Lima, Perú, primer país de América que reconoció a la República de Cuba en Armas, cuando solo comenzaba la lucha por nuestra independencia.
Lo hacemos con profunda gratitud hacia el pueblo peruano, por el aporte de su historia y tradiciones a la formación de la identidad latinoamericana, y por la cuota de sangre y de firmeza y de principios que varios de sus hijos aportaron a nuestra independencia y a la defensa de nuestra soberanía y autodeterminación.
Nuestros pueblos están unidos también por relaciones solidarias, tejidas en momentos difíciles, en ocasión de desastres naturales. Fue el Comandan en Jefe Fidel Castro Ruz uno de los primeros en donar su sangre para las víctimas del terremoto de 1970 y miles de cubanos lo acompañaron. Nuestros colaboradores de la salud también viajaron en esa oportunidad para asistir a los damnificados como también lo hicieron en 2007, tres días después del terremoto de Ica, y el pasado año ante las inundaciones en Piura.
Los cubanos agradecemos la ayuda solidaria a los afectados por el huracán Irma en 2017, como también el apoyo permanente de los gobiernos y el pueblo peruano a la batalla contra el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra nuestro país.
Nos aproximan igualmente otras experiencias de cooperación en las áreas del deporte, la educación y la cultura, así como la rica convivencia con algo más de 25 mil peruanos operados de patologías oculares y con los mil 864 profesionales de diversas especialidades graduados en Cuba.
Nuestra delegación, que agrupa a representantes de los jóvenes, estudiantes, trabajadores, campesinos, cooperativistas, sector no estatal, intelectuales, académicos, líderes religiosos y profesionales, entre otros; participarán en los foros paralelos y en la Cumbre de los Pueblos con gran sentido de responsabilidad y espíritu constructivo, para aportar la experiencia de la Revolución cubana que ha construido a lo largo de casi 60 años, un consenso a favor de un sistema político, económico y social forjado a través de una democracia participativa socialista, donde el ser humano constituye la primera prioridad y en el que el gobierno lo ejerce el pueblo.
Hoy, como ayer, con el legado de Martí y Fidel, ratificamos nuestro compromiso con la tan necesaria integración de los pueblos para no dejar pasar el gigante de las siete leguas, y conformar la Patria común que soñaron nuestros próceres.
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