domingo, 17 de julio de 2011

Jobabo y yo

La avenida Martí.
Jobabo, el lugar donde viví toda mi infancia y mi primera juventud, celebra hoy su centenario.
No puedo menos que escribir estas líneas para rendirle homenaje a mi Patria chica, donde aún vive mi papá, y que cobija los restos de tres de las personas a quienes debo en gran medida el ser humano que llegué ser: mi mamá y mis abuelos paternos.
 Nunca olvidaré el penetrante de las mieles de azúcar que exhalaba el central; ni su llamado a los trabajadores para el turno de las tres de la madrugada, ni el bagacillo que ennegrecía las calles, los portales y las sábanas de quienes dejaban las ventanas abiertas. Es lamentable que solo las chimeneas del que fue el corazón de la localidad, se mantengan apenas en pie.
El cine, el lugar que más visitaba durante mi niñez y adolescencia
Tampoco olvidaré mis excursiones, algunas furtivas, a Las Tecas, como todos llamábamos al bosque vecino a la calle en que vivía. Era una aventura caminar por algunos trillos abiertos entre los árboles enormes y frondosos; y escaparse para un chapuzón en el ya desaparecido arroyo El Manguito -adonde también íbamos a llevar flores a Camilo cada 28 de octubre.
Espero que uno de los frutos de esta celebración sea el rescate de este bosque, patrimonio natural en sí mismo, y protagonista de historias que viven en el imaginario o el recuerdo popular.
En estas líneas no puedo dejar de mencionar mi adorada escuela Raúl Perozo Fuentes, que ha transitado por la enseñanza primaria; después, la secundaria; y ahora es un preuniversitario. Allí transcurrió prácticamente toda mi vida pioneril, excepto el séptimo grado. Tuve maestros y profesores, algunos ya fallecidos, que no sólo me instruyeron, sino me educaron.
Tampoco puedo obviar los parques: el infantil, el de Las Madres y el José Martí. Todos fueron testigos de travesuras, escapadas escolares, paseos de fin de semana, romances de adolescente.
Este edificio alberga el Museo del municipio.
Más allá de ser conocido por su mina de oro en Caobilla, donde se produjo la primera rebelión de esclavos en Cuba; de haber albergado durante un tiempo del Estado Mayor del Ejército Libertador; o de haber sido escenario de la Batalla de Palo Seco,  protagonizada por el Generalísimo Máximo Gómez, en la Guerra de los Diez Años; así como ruta de las columnas invasoras comandadas por Camilo y Che, en 1958, Jobabo es ese pedacito de mi corazón que a veces salta de alegría o se encoge de tristeza. Por coincidencia hasta cumplimos años el mismo días.
Para ti, mi querido pueblo, mi felicitación en tus cien años.

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