Por Norelys Morales Aguilera - Reblogueado desde IslaMía -
El pasado 10 de octubre solicité
respetuosamente del redactor Carlos M. Álvarez
y del sitio OnCuba, dirigido por Hugo Cancio, que se atuvieran a su
declaración editorial, puesto que un trabajo aparecido en esa web, contradecía “el
horizonte de lo que merece ser publicado y leído.”
En mi artículo, “De pionero de alcurnia a renegado en
OnCuba”, listo nueve afirmaciones del escrito de Álvarez que son un insulto a
la sensibilidad de una comunidad de personas y a la figura y el legado de
Ernesto Guevara, además de carecer de investigación histórica, sin mencionar
otras faltas evidentes, al perecer intencionadas. [1]
Transcurrida una semana donde Álvarez da la callada por
respuesta, hasta para sus comentaristas,
y OnCuba no parece percatarse de que está violando su propia declaración
editorial, lo cual no es sin dudas un descuido, es preciso retomar el tema.
OnCuba señala que “Desde su creación en marzo de 2012 OnCuba
ha apostado por reunir el talento de todos aquellos que quieren dar una visión
de Cuba inquietante, polémica, bien argumentada y a la vez ágil, fresca y
joven. Este principio aplica tanto para volver asequibles temas complejos, como
para ampliar el horizonte de lo que merece ser publicado y leído.” [2]
El escrito de Álvarez contradice lo anterior, y la no
rectificación por OnCuba –hay varias formas de hacerlo-, confirma, además, que
la publicación está de acuerdo con su redactor por encima de cualquier
implicación de su contenido. Por lo tanto, los actos están hablando más alto
que las palabras.
En cuanto a Álvarez, como que ayer no más decía: “El Che es
el único muerto que no me parece muerto, pero que duele como si lo acabaran de
rematar” y habló de su asesino, a quien hoy le pasa la mano [3], yo me he
equivocado en el epíteto, pero me lo voy a reservar hasta saber si es capaz de
interpretar a Ryszard Kapuściński. [4]
En cuanto a Hugo Cancio, empresario y activista, presidente
de Fuego Enterprises, Inc, Fuego Media Group, fundador y editor en Jefe OnCuba
Magazine y ArtOnCuba, con este hecho y otros en los cuales no me detengo por
ahora, está probando, primero, que el supuesto periodismo para Cuba de una
tercera posición es un subterfugio mezquino, y segundo, que el negocio y el
periodismo son un matrimonio mal llevado, con funestas consecuencias.
Repito. Los hechos están hablando más alto que las palabras
y hay tela por donde cortar, entre ellos testimonios reveladores.
Entonces, ¿qué te pasa OnCuba?
Notas
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