jueves, 14 de diciembre de 2017

Raúl Castro Ruz: El Caribe siempre podrá contar con Cuba. ¡Así ha sido y así será!

Discurso   pronunciado   por   el   General   de   Ejército Raúl   Castro   Ruz, Presidente de   los   Consejos   de Estado   y   de   Ministros, ante   la   Asamblea   de   la Organización   de   Estados   del   Caribe   Oriental. Antigua y Barbuda, 9 de diciembre de 2017, “Año 59 de la Revolución”.

Honorable Allen Chastanet, Primer Ministro de Santa Lucía y Presidente de la Organización de Estados del Caribe Oriental; 
Honorable Rene Baptiste, Presidenta de la Asamblea de la Organización de Estados del Caribe Oriental; 
Excelentísimo señor Dr. Didacus Jules, Director General de la Organización de Estados del Caribe Oriental; 
Estimados Jefes de Gobierno; 
Distinguidos Líderes de la Oposición; 
Estimados Parlamentarios:

Agradezco la invitación para visitar la Asamblea de la Organización de Estados del Caribe Oriental y la oportunidad de compartir con ustedes la celebración de los 45 años del establecimiento de relaciones diplomáticas con los primeros Estados independientes del Caribe, y de esta visita a Antigua y Barbuda. Les aseguro que la delegación cubana se ha sentido como en casa y hemos comprobado en cada momento el afecto mutuo entre nuestras naciones.

Valoramos mucho que a pesar del devastador impacto de los fenómenos climatológicos extremos que recientemente afectaron a varias de nuestras islas, incluida Barbuda, se haya decidido mantener estas citas. Lo asumimos como una confirmación de la hermandad que nos une.

Hoy tenemos ante nosotros un nuevo y urgente desafío, de cuyo desenlace depende la supervivencia de la especie humana. El enfrentamiento al cambio climático es una prioridad impostergable para toda la humanidad, especialmente para nuestros pueblos, que han sufrido en carne propia sus devastadores efectos y sobre los que pesan los pronósticos más preocupantes derivados de nuestra situación geográfica y la alta vulnerabilidad frente a desastres naturales extremos, como los huracanes.

El clima está cambiando con un comprobado impacto en el aumento de la intensidad y poder destructivo de los fenómenos naturales.

Los esfuerzos internacionales para detener y revertir el daño causado al Planeta, han mostrado ser insuficientes. El tiempo para atenuar esta situación se agota.

Es hora de cerrar filas y acometer acciones ambiciosas e inmediatas para detener el continuo deterioro de la Madre Tierra. Si no actuamos con urgencia, los objetivos que nos trazamos en 1992, al adoptar la Convención Marco sobre el Cambio Climático, no serán más que letra inerte, y la meta acordada en París para evitar el incremento de la temperatura global en más de 1,5 grados Celsius, no pasará de ser una quimera.

No puede permitirse que nuestros países resulten arrasados y sus ciudadanos se conviertan en víctimas, mientras persiste la irracionalidad de los patrones de producción y consumo de los países desarrollados, responsables históricos de la degradación del medio ambiente.

Ellos tienen la obligación de cumplir con sus compromisos internacionales mediante metas ambiciosas de mitigación y la transferencia de los recursos financieros y las tecnologías necesarias a los países en desarrollo con absoluto respeto a la soberanía nacional.

Excelencias:

Resulta imprescindible promover un entorno internacional que favorezca el desarrollo de los países del Sur, y en particular de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

Las especiales vulnerabilidades de nuestras naciones frente a los peligros que supone el cambio climático y el aumento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales, son un argumento irrefutable para reclamar una estrategia diferenciada hacia el Caribe.

De ahí, la relevancia que tiene la designación por las Naciones Unidas del Mar Caribe como una “Zona Especial en el contexto del desarrollo sostenible”.

En el ámbito de la reducción de desastres, que constituye una labor de primer orden para todos, es imperativo fortalecer las capacidades nacionales y colectivas para el enfrentamiento a los fenómenos naturales.

Nuestras naciones tienen toda la voluntad política para avanzar más y mejor en la preparación y enfrentamiento a estos eventos.

Ello requiere cuantiosos recursos, de los que no disponemos. El principal obstáculo es el subdesarrollo, y el orden económico internacional injusto y egoísta que lo condiciona y sostiene.

Es indispensable un aumento significativo de la cooperación internacional y la transferencia de recursos, tecnologías y conocimientos hacia los países caribeños, con el objetivo de fortalecer sus estrategias nacionales.

En el espíritu de solidaridad que ha caracterizado nuestras relaciones, las modestas experiencias de Cuba en estos ámbitos han sido puestas a disposición de varios países de la región. Por ejemplo, el modelo cubano de Centros de Gestión Integral del Riesgo de Desastres se aplica en varios países del Caribe, atemperado a sus realidades específicas.

Como ocurre en varias naciones caribeñas, en Antigua y Barbuda y en Dominica, ya laboraban decenas de colaboradores cubanos de la salud, cuando sufrieron los impactos demoledores de los huracanes “Irma” y “María”.

A ellos se unieron, tras su paso, especialistas adicionales del Contingente Internacional de Médicos Especializados en el Enfrentamiento de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”, rescatistas, constructores, técnicos en redes eléctricas y otros recursos humanos y materiales como una pequeña pero útil contribución a la recuperación.

En el marco de la VI Cumbre Cuba-Caricom, Cuba presentó una propuesta de Programa para el desarrollo de una cooperación en la esfera de la reducción de desastres y el enfrentamiento al cambio climático para el trienio 2018-2020, en el que esperamos que los Estados miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental puedan participar activamente.

Reafirmo hoy la voluntad inequívoca de Cuba de continuar compartiendo con los hermanos caribeños los beneficios de nuestras modestas realizaciones en materia de adaptación frente al cambio climático y en la reducción del riesgo de desastres. Lo asumimos como el deber que une a pueblos hermanos. El Caribe siempre podrá contar con Cuba. ¡Así ha sido y así será!

Preservaremos los principios de respeto y de solidaridad como valores esenciales de nuestras relaciones.

Y finalmente, quiero agradecerles a ustedes, todos, el homenaje sencillo y profundo que hace un instante se le hizo al Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.


Muchas gracias.

Tomado de CubaMinrex

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