Arnold August - Reblogueado desde Democracy Cuba -
El 17 de diciembre de 2014, Raúl Castro, presidente de Cuba y Barack
Obama, presidente de los Estados Unidos, hicieron, simultáneamente,
anuncios en la televisión. Ambos, expresaron que se están adoptando
medidas para la normalización de relaciones entre las dos naciones
vecinas.
En este contexto, los dos presidentes manifestaron, lo que se
conoce comúnmente pero no en la diplomacia formal, como un “canje de
prisioneros”, que incluye la liberación de Alan Gross, encarcelado en
Cuba por actividades ilegales que violaron las leyes y la soberanía de
Cuba y de otro prisionero encarcelado en la isla. El gobierno cubano,
por su parte, anunció la liberación de los tres cubanos que permanecían
en prisión en los Estados Unidos, que forman parte de los “Cinco
cubanos”, a saber: Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio (Tony)
Guerrero. Los tres cubanos fueron repatriados inmediatamente a Cuba el
mismo día.
Este canje de prisioneros por razones humanitarias está basado en
acuerdos consensuales de dos naciones soberanas. Esto significa que
Gerardo Hernández – quien ha estado cumpliendo dos cadenas perpetuas
consecutivas basado en acusaciones falsas que nunca fueron probadas en
tribunales, no terminará sus días de vida en la cárcel. Hoy, él está en
libertad junto a su familia y a su esposa, a quien se le negó el derecho
de visitarlo por más de los 16 años que estuvo en las cárceles y
penitenciarías de los Estados Unidos.
Esto fue lo primero que pensé
cuando escuché los informes esta mañana. Gerardo retornará vivo
a Cuba, y no– de no haber ocurrido este canje– como un cadáver en una
camilla. Aun cuando, Ramón y Tony eventualmente hubieran sido liberados
(el 30 de octubre de 2024 y el 17 de septiembre de 2017,
respectivamente), asumiendo que sobrevivirían sus largas condenas– de
hecho, Gerardo fue condenado a una muerte tortuosa y lenta dentro de las
paredes de la jungla salvaje que es el sistema penal de los Estados
Unidos. Es muy posible que jamás hubiera podido ver a su esposa
nuevamente, incluso bajo las circunstancias más inhumanas y hostiles que
son los “derechos a visitas”.
La segunda emoción que me sobrecogió fue que Ramón y Tony están
finalmente en los brazos de sus familiares, quienes tenían el temor de
no verlos nuevamente. Este fue el caso de la madre de Tony, que vivió
desesperada por años pensando que fallecería sin tenerlo nuevamente en
sus brazos. Ahora, están reunidos. La esposa de Ramón finalmente ve el
fruto de su larga lucha en todos esos años para lograr la libertad de
todos los “Cinco cubanos”. Finalmente, las hijas de Ramón están
nuevamente reunidas como familia junto a sus padres en Cuba, donde
verdaderamente pertenece.
La tercera cosa que pensé fue acerca de Fernando González y René
González, dos de los “Cinco cubanos” en libertad. Toda vez que los veía
en la televisión cubana, sentí sus emociones y comprendí bien sus
palabras: ellos nunca se sentirían libres hasta que los otros tres
cubanos volvieran a sus hogares. Debe haber sido muy penoso para ellos
sentirse libres, sabiendo que sus hermanos no lo estaban todavía. Hoy,
su cruel realidad llegó a su fin.
Finalmente, los “Cinco cubanos” están en libertad.
El gobierno de Cuba se merece un reconocimiento especial, así como
también los millones de personas en el mundo que exigieron que se
hiciera justicia. El gobierno cubano y su Ministerio de Relaciones
Exteriores han sido entidades destacadas a nivel mundial desde el 1 de
enero de 1959. Esta tradición se ha caracterizado, entre otras
características, por mantener en alto los principios y al mismo tiempo
siendo flexibles en las tácticas. Yo nunca vi al gobierno cubano ceder
ni un ápice en los principios. Sin embargo, han usado tácticas flexibles
para llevar adelante no sólo su causa, pero además la causa de los
pueblos del mundo. Este intercambio de prisioneros, parte del contexto
más amplio de la normalización de relaciones entre las dos naciones
vecinas, quedará grabada en los anales de la política de relaciones
exteriores de Cuba, como otros de sus magníficos triunfos.
Pero, dejemos algo bien claro: los héroes mayores de esta victoria
histórica son los “Cinco cubanos”, dado que nunca cedieron a las
presiones de los Estados Unidos para que se dieran por vencidos y
denunciaran las Revolución Cubana para obtener su libertad. Por lo
tanto, los “Cinco cubanos”, obtuvieron su libertad personal basado en su
valor inquebrantable y su tenacidad como parte de la Revolución Cubana.
Arnold August es un periodista y conferencista canadiense, y el autor de Democracy in Cuba and the 1997–98 Elections y recientemente, “Cuba y sus vecinos: democracia en movimiento”. Los “vecinos” de Cuba considerados en el libro son: EE.UU, Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Publicado en Global Research
Traducido al español por Franklin Curbelo
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